Producto agotado
LA PROPIA sintaxis de la ciudad -que se vigila estrechamente, administra el mie do, distribuye los usuarios bajo la lógica de control, exclusión y marginación so cial- convierte lo urbano en foco de rebelión. Es contra esta sintaxis espacial que los insurgentes se enfrentan, como contexto que los define. La destrucción de elementos del capital, los sa queos como ataques a la propiedad privada, las barricadas y enfrentamientos violentos contra el Estado están, en este sentido, implicitos en la dimensión festiva que amenaza y subvierte la lógica capitalista, no son ajenos a la propia lu cha. Sin embargo, la violencia lanzada en las re vueltas, como insubordinación, no puede tener un despliegue simétrico a la violencia del poder. En condiciones revolucionarias no se construirá un frente militar de combate por los insurgen tes, sino múltiples, dispersos focos de desorden y desobediencia que desactivarán la efectividad del aparato estatal.