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La historia de la filosofía y del pensamiento occidental tienen un punto de inflexión en la Atenas del siglo V a. C. Por sus calles deambula Sócrates, entablando conversaciones –diatribái, entretiens, diálogoi– en espacios ajenos a los establecidos por la administración de la polis.
En estos encuentros apela, con la insistencia de un tábano –como fue llamado–, a la libre conciencia moral de los ciudadanos, para una vida mejor, más justa y más libre. Es tal la influencia crítica de sus ideas y del modo de plantearlas, que se volverá un personaje peligroso al orden público, siendo llevado a juicio y costándole la vida. Al no dejar escritos, las principales fuentes para conocer su pensamiento y su modo de transmitirlo están en las obras de Aristófanes, Jenofonte y Platón. Oscar Velásquez, en este lúcido y original ensayo, se adentra en estos textos con el objetivo de iluminar –entre otras derivas, como los contrapuntos con Nietzsche, el origen de la tragedia y la historia de Jesucristo– los aspectos del accionar mismo de la tarea socrática, su acontecer público y urbano, la pragmática de sus diálogos, la importancia específica de los emplazamientos, del ambiente social y natural en los cuales interviene y que son, finalmente, sustantivos a su revolucionaria e imperecedera subversión.
La historia de la filosofía y del pensamiento occidental tienen un punto de inflexión en la Atenas del siglo V a. C. Por sus calles deambula Sócrates, entablando conversaciones –diatribái, entretiens, diálogoi– en espacios ajenos a los establecidos por la administración de la polis. En estos encuentros apela, con la insistencia de un tábano –como fue llamado–, a la libre conciencia moral de los ciudadanos, para una vida mejor, más justa y más libre. Es tal la influencia crítica de sus ideas y del modo de plantearlas, que se volverá un personaje peligroso al orden público, siendo llevado a juicio y costándole la vida. Al no dejar escritos, las principales fuentes para conocer su pensamiento y su modo de transmitirlo están en las obras de Aristófanes, Jenofonte y Platón. Oscar Velásquez, en este lúcido y original ensayo, se adentra en estos textos con el objetivo de iluminar –entre otras derivas, como los contrapuntos con Nietzsche, el origen de la tragedia y la historia de Jesucristo– los aspectos del accionar mismo de la tarea socrática, su acontecer público y urbano, la pragmática de sus diálogos, la importancia específica de los emplazamientos, del ambiente social y natural en los cuales interviene y que son, finalmente, sustantivos a su revolucionaria e imperecedera subversión.