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"Bajo una forma concreta y táctica, el cocepto de lucha de clases ha constituido la primera reagrupación de los choques y desajustes vividos individualmente por los hombres; ha nacido un torbellino de sufrimientos que la reducción de las relaciones humanas a unos mecanismos de explotación suscitaba en todas las sociedades industriales. Ha surgido de una voluntad de transformar el mundo y de cambiar la vida.
Un arma así exigía un perpetuo reajuste. Y, en cambio, ¿no vemos ya como la 1° Internacional vuelve la espalda a los artistas, basando exclusivamente sobre las reivindicaciones obreras un prorama que Marx, sin embargo, había mostrado hasta qué punto interesaba a todos los que buscaban, en su rechazo a ser esclavos, una vida rica, y una humildad total? ¿Acaso Lacenaire, Borel, Lassailly, Büchner, Baudelaire, Hölderlin no significaban ambién la miseria y su rechazo radical? En cualquier caso, el error ¿excusable en un primer momento?, qué más da reviste proporciones delirantes desde el momento en que, menos de un siglo más tarde al absorber la economía de consumo a la economía de producción. la explotación de la fuerza de trabajo está englobada en la explotación de la creatividad cotidiana
Una misma energía, arranacada el trabajador durante sus horas de fábrica y sus horas de ocio. hace girar las turbinas del poder, turbinas que los detentores de la vieja teora lubrifican beatamente con su cohtestación formal. Los que hablan de revolución y de luella de clases sin referirse explicitamente a la vida cotidiana, sin comprender lo que hay de subversivo en el amor y de positivo en el rechazo de las obligaciones, tienen un cadáver en la boca.
-Raoul Vaneigem.